Les demostraremos como ahorrar gas esta temporada, al no tener que vaciar su instalación.
Una instalación de calefacción comunitaria debería mantenerse llena siempre, tanto en verano como lógicamente en inverno, ya que repercute en cambios de presión y entrada de aire que aumenta la oxidación interior de la misma.
Las instalaciones de calefacción comunitaria que se vacían, generan distintas situaciones negativas que a lo mejor no había tenido en cuenta:
1.-Vaciar en temporada de calefacción, repercute posteriormente al volverla a llenar, en la formación de bolsas de aire en el interior de la instalación comunitaria, generando molestias a todos los vecinos durante un periodo largo de tiempo (de 2 a 3 semanas)
debido a la inexistencia en la mayoría de instalaciones, de purgadores independientes y sólo vaciando dicho aire en la última planta en el caso de que llegara a desaparecer de forma completa al generarse bolsas en otras plantas del edificio.
* De forma técnica esta situación se traduce en un bucle continuo:
A más aire en la instalación, más retraso en llegar a la temperatura programada.
Consecuencia, mayor consumo de gas en la caldera.
2.- Enormes pérdidas de agua que van al desagüe innecesariamente, con el consiguiente gasto de la posterior reposición, pero sobre todo cuando podemos conservar ese bien sin desperdiciarlo.
Es cuando renovamos el agua del circuito, al haberlo vaciado, tirando por el desagüe gran parte de ese aceite protector de la instalación creado por su flujo continuo, con el consiguiente perjuicio de posibles y posteriores roturas de los mecanismos, liberación de pequeños poros en tuberías y soldaduras, y al haberse quedado la instalación seca por un determinado periodo de tiempo, provocando fugas de agua en tuberías particulares o
comunitarias, desajustes en caldera, así como fugas en bombas, válvulas de 3 vías u otros elementos pertenecientes a dicha instalación.
* De forma técnica y si vaciamos en invierno todo ese agua protectora y atemperada (suele estar en torno a 21º en estado de caldera apagada), para posteriormente llenar con agua nueva de la red exterior de la calle que surge este inconveniente:
- La temperatura del agua con la que estamos llenando en pleno invierno oscila entre 7º a 12º, según que meses.
Esto conllevará nuevamente a un mayor consumo de gas hasta conseguir que el agua vuelva a recuperar la temperatura de atemperado que tenía originalmente.
3.- Otra causa muy importante sobre todo en invierno, son las grandes molestias a los vecinos, clientes o usuarios directos y alteraciones al quedarse sin calefacción o el servicio que esa instalación proporcione.